sábado, 22 de agosto de 2009

La mentira tiene patas cortas

Mirad que anécdota mas buena, que viene al pelo con el articulo de la Atalaya de esta semana:

Preparando una cena especial, una mujer se detuvo en una pequeña carnicería para comprar carne. Había decidido rellenar un pollo y asarlo, como plato principal. Cuando le pidió al hombre de la carnicería que le diese el pollo más grande que tuviese, este sacó de la cámara frigorífica el ULTIMO pollo que tenía y lo colocó sobre la balanza.

-Este pesa un kilo ochocientos, señora, le dijo.

La mujer pensó unos momentos y luego dijo:

-No estoy segura que sea suficiente. ¿No tiene uno más grande?

El dependiente devolvió el pollo a la cámara, simuló que buscaba entre el hielo que se derretía y sacó el mismo pollo. Esta vez, mientras lo pesaba en la balanza, hizo disimuladamente un poco de presión con sus dedos.

-Ah, dijo, con una sonrisa, este pesa dos kilos setecientos.

La mujer arrugo las cejas, y haciendo algunos cálculos mentales, dijo sonriente:

- No estoy muy segura. Mejor, ¡prepareme para llevarme los dos!

La verdad es un lazo, no una cinta elástica.

Saludos!!

PD1: vaya calorasaaaaa!!!

1 comentarios:

eRiC dijo...

a la hoguera el pollero por trolero!! xDD